martes, diciembre 14, 2004

Historia primera

- Explíquemelo un poco más por favor- dijo un poco aturdido el padre comprador- creo que no le estoy entendiendo bien
- Es muy fácil- replicó el vendedor- le proveemos a su hijo de una amistad segura y a usted de una herramienta para influirlo de la mejor manera.
- Si, pero es que no veo como un androide puede ayudar de manera alguna a un chico sólo siendo su amigo.
- Ahora no lo ve, pero lo hará. Algún día estos instrumentos serán tremendamente populares. ¿Sabía usted que lo que aprenden nuestros hijos en la escuela o la calle, causa tanto o mas efecto en sus vidas como lo que les enseñamos en casa ? asi que por qué no aprovechar este hecho innegable dándole a nuestro retoño un amigo artificial que solo le brindará los mejores consejos, consejos que nosotros, los padres, sabiamente habremos programado en ellos.
- Si, pero yo puedo darle esos consejos a mi hijo sin intermediarios! - argumentó el padre ofendido.
- Le contaré un secreto- dijo mientras le hacía un guiño- los niños no escuchan a los adultos, escuchan a otros niños.
- Puede que tenga razón... pero aun hay algo que no me gusta. Lo voy a pensar un tiempo, si todo parece estar en orden vendré y compraré el robot éste que me ha mostrado
Y se alejó a toda prisa pensando que quizás no sería tan mala la idea. Pero ¿un compañero robot para su niño robot ? al parecer el vendedor no había notado su naturaleza autómata, inconcebible!

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