martes, diciembre 14, 2004

Mi hijo, el redentor

Se acerca la fecha en la que la humanidad cree que mi hijo nació. ¡ Qué error ! Si tan solo supieran. En fin, lo importante no es la fecha sino la intención. Sea que lo veneren con un nombre que no era el suyo, sea que lo idolatren con un rostro que nunca tuvo o sea que se confundan de ubicación, el mensaje final es que cambió el mundo y su forma de pensar, estoy muy orgulloso de él. De hecho le he planificado una nueva venida al mundo, esta vez con la forma de una mujer, sí, sé lo que uds. los pesimistas argumentarán: ¿Otra vez? ¡Ya lo intentaste antes y lo mataron! ¿Por qué vas a hacer sufrir a una persona inocente? Pero no, no es por tozudez o necedad, es que siento que ya es hora. ¡A este mundo le falta un REDENTOR!

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